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Psicología urbana

La belleza y el humanismo ausentes en nuestras ciudades

Los psicólogos Stephen y Rachel Kaplan, de la Universidad de Michigan comprobaron científicamente que cuando una persona tiene acceso visual a áreas verdes, mejora su concentración e incrementa su retención mental.

La investigadora Joan Meyers-Levy académica de comportamiento humano en la Universidad de Minnesota confirma… El color de la ciudad, afecta nuestros sentimientos de manera cotidiana.

Una ciudad con callejuelas peatonales y plazas asimétricas es más segura y se percibe mucho más humana que una ciudad con avenidas y freeways: Jan Gehl

El 72% de la humanidad vive en ciudades con playa o en ciudades con cuerpos de agua como lagos y ríos que forman parte de su espacio urbano cotidiano, por alguna razón psicológica, la mayoría de la humanidad busca cercanía con el agua: Clotaire Rapaille

Donald Appleyard, de la Universidad de Berkeley, en California demostró científicamente que a mayor número de tráfico de autos en una calle disminuye proporcionalmente las relaciones personales de la gente que habita en esa via.

Si… la ciudad en donde vivimos nos afecta de manera definitiva en aspectos determinantes que intervienen de modo profundo en nosotros mismos… y lo más seguro es que no somos conscientes de ello.

Cierre por un momento sus ojos y recuerde sus vacaciones que le han dejado una huella imborrable en su pensamiento… recuerde el espacio urbano, su olor, sus calles y su sonido.

Ahora ciérrelos de nuevo y salga imaginariamente de su casa o departamento en donde vive hoy, recuerde el espacio urbano, su olor, sus calles y su sonido.   Hay alguna diferencia notable? Donde es más feliz usted?, y de ser posible, donde elegiría vivir de hoy en adelante?

La psicología urbana nos afecta para bien o para mal…cuando salimos de nuestra rutina diaria, en especial cuando estamos dispuestos a relajarnos, somos más sensibles a leer y sentir el espacio urbano, cuando estamos en la rutinante presión del día a día, cerramos nuestros canales de percepción a esas realidades, pero nos afecta.

El urbanista que mejor entiende estos aspectos es un decano urbanista de casi 80 años nacido en Dinamarca: Jan Gehl. Él ha descrito maravillosamente que estudiando la historia de las ciudades en 10,000 años en todas las culturas, las ciudades más humanistas, las que mejor conectan el sentimiento y emoción del hombre con el espacio urbano son sin duda las ciudades medievales del mediterráneo.

 

Y es que en esa época se hacían las pequeñas villas y comunidades a través de experiencias humanas y muchos años de lenta construcción… Había tiempo para trazar una callejuela de la mejor manera posible:  Se sabía cómo y por donde bajaba el agua en un arroyo, como y de qué manera soplaba el viento en cada estación, que ancho era necesario para el paso de dos mulas, de qué manera podría defenderse la villa en caso de un ataque, en qué ubicación y posición podría tener mejor significado la iglesia para la comunidad, de que dimensión debería ser una plaza pública de tal suerte que se pudiera ver el rostro de quien ocupaba el espacio en la misma, nunca se hacía mayor de esa distancia. Sin duda si usted recorre cualquiera de estas villas, le dará la razón a Gehl.

Esta psicología humanista del espacio urbano la hemos perdido desde que decidimos “fabricar” ciudades, producto del movimiento moderno, del pensamiento de Le Corbusier y la Bauhaus, estos dos actores vinieron a darle al traste a la ciudad con sentido humanista.

Hoy estamos habitando ciudades más cercanas al caos que a la belleza, y las leyes y normas que tenemos para construir nuestras ciudades, no atienden ni la belleza ni los aspectos anímicos del ser humano en el espacio urbano.

Y no hablo solamente de nuestro país, es un mal global, vea usted: Las ciudades más bellas y que más disfrutan la gente según múltiples encuestas internacionales son: Venecia, Paris, Praga, Florencia y Roma, Nueva York, Londres y San Francisco.   Y las encuestas nacionales prefieren a: Cancún, Vallarta, Guanajuato, Zacatecas y la Cd. de México, Oaxaca, Mérida y Los Cabos.

Pero resulta que la mayoría de estas ciudades que la gente reconoce como las más bellas del mundo y de nuestro país, están en términos de diseño urbano “fuera de código”, es imposible diseñarlas y construirlas hoy en día porque los códigos urbanos vigentes lo prohíben. Es un verdadero absurdo, no podemos repetir los patrones de diseño que han probado ser bellos y que funcionan para el ser humano a través de los siglos.

Lo que aprobamos en las leyes y códigos de todo el mundo, son las ciudades que Rem Koolhas, un pensador y arquitecto Holandés llama “La ciudad genérica” o “El espacio basura”, nadie quiere eso, no agrega belleza a nuestro entorno ni humaniza nuestra vida cotidiana ,pero es el único que está permitido diseñar para seguir construyendo las ciudades. Este modelo urbano que funciona para los autos y poco para los humanos, cumple perfectamente el Código Urbano.

 

No se atreva a Ud. pensar que podemos hacer un barrio con callejones en vez de calles amplias, no se le ocurra  proponer una trama urbana asimétrica, no visualice Ud. un pequeño poblado con calles de agua, ni se aventure a dibujar siquiera una simple casa sin cochera…Por favor, como es capaz de pensar de esa forma?

psicologia Ciudades medievales que humanizan a sus habitantes, importa la forma, el color y los sonidos-min

Pero resulta que nos maravillamos cuando recorremos Florencia y Guanajuato. Praga y el centro de Oaxaca, Venecia y Nueva York.  Hoy simplemente, no se pueden volver a construir.

Nuestras calles, plazas, barrios y ciudades deberían estar mejor pensadas en términos de psicología humanista que de accesibilidad vehicular, podríamos incidir de manera profunda en nuestros niños cuidando aspectos de color, forma, remates visuales y sonidos en el espacio urbano que vigilar aspectos simplistas de accesibilidad y dimensionamiento de calles para autos y pequeñas banquetas, no cree Usted?

Pidamos a nuestras autoridades códigos urbanos que mejoren nuestra calidad de vida, que obedezcan a las necesidades humanas como la belleza, el orden y la armonía. De hecho ya lo hicimos, hace 650 años fuimos capaces de construir una ciudad fundada en un lago, tenía calles de agua y calzadas de árboles, a la llegada de los conquistadores quedaron maravillados con esta ciudad blanca, limpia y llena de vida a través de lugares de comercio llamados tianguis y con una estructura social, política y religiosa coherente… se llamó Tenochtitlan, en opinión de estudiosos de la historia, la mejor y más bella estructura urbana de América.

 

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