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cardo y decumano

Cardo y Decumano

La profundidad y el sentido de la historia

Roma ha dejado huella en la historia de las ciudades, ha sido una civilización generosa con la humanidad y severa con los conquistados. Ha dejado un legado de conocimientos y herramientas que han cambiado y enriquecido la tradición de las civilizaciones en el occidente del planeta.

Es un legado cultural coherente, esto es, es un sistema de conocimiento que deriva en reglas, normas, diseños y criterios que funcionan de una manera lógica, el cual establece un orden que facilita a la sociedad actuar de manera unificada en beneficio de su propio desarrollo.

En la tradición urbana de la cultura romana, Cardo es en el trazo urbano de la ciudad, una calle inicial para establecer el origen del sentido de las vías, el Cardo tiene orientación norte sur. Pero es mucho más que una simple orientación, el cardo origina el centro de la ciudad. Esto significa que el único punto verdaderamente cardinal, al menos desde el punto de vista etimológico, debería ser el Norte y en menor grado, el Sur. Pero esta definición tenía propósitos de defensa, de gobierno y pragmaticos.

El cardo principal o Cardo Máximus, cruza perpendicularmente con el Decumano o Decumanus Máximus, la otra calle principal trazada a 90 grados de la primera. Indica una calle con orientación este oeste. El decumano solía conectar dos puertas: la Praetoria, la más cercana al enemigo y la Decumana, en el extremo opuesto. En esta vía se ubicaban los mercaderes, activando la zona comercial de la ciudad.

El foro, espacio cívico cultural de los romanos, se situaba en un extremo del Cardo o del Decumano junto a los muros que rodeaban la ciudad o fuera de los mismos, de donde viene la denominación de foro, es decir, fuera del casco urbano, de ahí su nombre fórum…fuera.

La lección que aprendemos de esta gran civilización romana, heredera de la cultura helénica, que por más de mil años transformo y evoluciono la forma de vivir, producir y pensar de sus nobles y vasallos, es precisamente que los signos de la cultura deben tener profundidad y sentido.

Profundidad para crear un sistema coherente que facilite la vida de sus ciudadanos, sentido para vincular el lugar al aspecto psíquico de sus habitantes, de ahí la presencia de templos, ágoras, foros y plazas que hacían de la ciudad, un espacio digno de un imperio.

La ciudad de Roma, aun hoy en día, tiene profundidad y sentido… al recorrer sus calles y plazas la urbe grita exasperadamente sus victorias culturales y políticas, sus creencias más recónditas y sus vicios más oscuros, pero todo en un contexto innegable de riqueza cultural que cambió la faz de la tierra.

Lamentablemente mi ciudad carece de profundidad… bueno, podría tenerla pero no se decide. Me explico: al recorrer las calles y plazas, veo una mezcla indecisa de convicciones, no tiene los cánones clasicos ni en su urbanismo ni en su arquitectura, ni siquiera los signos tradicionales del origen de mi propia ciudad y no puede construir, por el costo y por el esfuerzo intelectual que ello implica, el canon contemporáneo, lo trata de emular, pero ni es auténtico ni es moderno. A veces parece no reconocer su propio sentido, hay confusión en las políticas y acciones que ayudan a la gente, parece que las gestiones de los administradores de la ciudad, no tienen bien claro cómo ayudar a su propia sociedad, desde acciones absurdas en el espacio urbano hasta un simple y tedioso trámite que exige al ciudadano, para ejercer un simple derecho constitucional.

cardo y decumanoY en ese sentido estamos perdiendo toda la oportunidad de pensar, diseñar y construir una civilización coherente, lo cual nos dificulta la vida a todos, vea usted: un ejemplo de una civilización con un canon clásico coherente es Paris, también lo es Kioto en Japón y también San Cristóbal las Casas en México.

Recorra las calles de estas ciudades y Ud. verá una sincronización entre calles, plazas, casas, templos y mercados, todo forma parte de un sistema coherente, pero observe… como visten sus ciudadanos y verá una armonía de vestimentas, de moda diferente en cada ciudad pero congruente con su espacio urbano, no importa si uno es rico y el otro no, hay un lenguaje común. Esto es producto de un sistema o canon de pensamiento coherente que les facilita la vida, por eso lo hacen.

Ahora recorra Ud. Berlín, Toronto y Dallas, y verá una insistente voluntad por lo moderno, por el cambio constante. Observe las modas y estilos de vestir, son muy diferentes a los observados en las ciudades con un canon clásico o tradicional.

Ambos sistemas funcionan, la pregunta es que canon define mejor nuestro ADN como sociedad, en que creemos para dejar sentado una cultura coherente que nos facilite la vida y dejemos un legado coherente a nuestros hijos.

Nuestro políticos, académicos y empresarios sabrán cual es el Cardo y el Decumano de su ciudad? qué significado tienen,  por qué razón deberíamos de saberlo?

Me llama la atención un pequeño desarrollo en el suroeste de la ciudad de Atlanta, Serenbe. Tiene una traza basada en conceptos sagrados. El respeto a lo sagrado significa que fueron incluidos ciertos principios y practicas a diferentes escalas, en el proceso y la expresión del diseño. La geometría cuenta con resultados y posibilidades funcionales y ecológicas, así como resultados y posibilidades Sagradas. Algunos sitios tienen significados ceremoniales arqueológicos, históricos que son integrados dentro del concepto general del diseño.

Esta comunidad es reconocida por el New York Times entre otras, como un espacio urbano-ecológico que ofrece una fuerte experiencia de vida, ya que su urbanismo y arquitectura ofrecen conceptos de vida en un sistema coherente. Es un desarrollo moderno, pero ofrece un estilo de vida, no ofrece simplemente casas para vivir.

Al recorrer sus calles y espacios, sucede lo que pasa en Roma, toda proporción guardada, el espacio ofrece una serie de experiencias al usuario que afecta su percepción de la vida, tal como pasa en Paris, Kioto y San Cristóbal las Casas. Es la evidencia que los nuevos desarrollos pueden ofrecer algo más que casas a sus usuarios, pueden dar profundidad en las experiencias de vida en un entorno actual. Es la evidencia también que el Cardo y el Decumano se pueden interpretar de otras formas valiosas, aun en la vorágine de nuestro mundo actual.

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